Los futbolistas, en general, no suelen leer las reglas del fútbol. El deporte rey está tan extendido en la cultura popular que cualquiera se permite jugarlo, explicarlo al profano o incluso enjuiciarlo sin haber leído jamás ni una sola regla. Sin embargo, a los jugadores del Sevilla les convendría hacerse de las Reglas de Juego de la FIFA y empaparse de algunas de ellas, al menos las básicas. Por ejemplo, la número 10, titulada el gol marcado. Este domingo el equipo de Míchel no sólo falló dos penaltis, sino que recayó en el gran problema del curso pasado, la eficacia ante el gol y en el área rival. Apenas llegó a 48 tantos y así terminó, noveno, en tierra de nadie.