Con el jugador hay acuerdo cerrado. Todo está absolutamente pactado y cuando ello ocurre, difícilmente un futbolista se escapa. Lo único que falta para que la operación se haga oficial es cerrar algunos detalles económicos con su club, el Salzburgo, que lógicamente aprieta para obtener las condiciones más ventajosas. De estar presente en Austria, podría presionar para que todo se cerrara cuanto antes, pero al estar concentrado con su país, el Salzburgo se hace el remolón.