La carrera de caracoles a la que aludió Unai Emery para ilustrar sobre el atasco entre los que persiguen la séptima plaza llega a su final y el Sevilla se va quedando rezagado sin remisión. El guipuzcoano defendió anoche el buen papel del equipo en La Rosaleda y se dio por satisfecho con el punto. Con los calores de mayo llega el tiempo de los caracoles, pero también el final de la Liga y en sólo tres jornadas, con una desventaja de cinco puntos con el séptimo, no se sabe de dónde saca el optimismo Emery para mantener su ambición.