Según ha podido conocer ESTADIO Deportivo, el exsevillista se encuentra desilusionado ante el cambio de actitud de los rectores nervionenses, de los que no tiene noticia desde hace varios días pese a que tanto el jugador como el club blanquirrojo tenían ya un acuerdo cerrado entre ellos. Sin embargo, el problema radica en las altas pretensiones del Barcelona, que exigía 13 millones de euros por su traspaso en forma de cesión con compra obligatoria a final de temporada.