Ciro es un delantero de esos que cada vez menos abundan y que pertenece a la vieja escuela, a la vieja escuela italiana para ser más exactos. Esa que encarnan los Luca Toni, Di Natale, Pazzini o Pippo Ingazhi por citar algunos más o menos conocidos por todos. Es decir, un delantero no excesivamente llamativo en lo técnico, sin grandes recursos en el regate, pero de los que conocen el oficio de golear en el Calcio italiano. Allí los repliegues son muy intensivos, las áreas se pueblan de jugadores y las transiciones se convierten en vitales para poder atacar con espacios.