Papeleta resuelta ante un rival inferior con una versión distinta. El Sevilla ofreció dos caras, una intensa de inicio, que tardó todo el primer tiempo en plasmarse en el marcador, y otra más templada, una vez que Gameiro terminó de amarrar el triunfo. Unai Emery sorprendió con el ingreso de Trochowski en el once titular y el germano-polaco, pese a no estar aún fino del todo, ofrece un dibujo distinto, con más mando de la medular y más control en la posesión sin perder la tensión defensiva en posiciones adelantadas. Precisamente este aspecto, esa intensidad a la hora de presionar arriba, propició que Reyes llevara al marcador la neta superioridad que había en el césped, pese a ciertos riesgos, ya habituales, al abrirse de ese modo algunas vías para el contragolpe rival. Sólo la relajación final, con la grada festejando la llegada del derbi europeo y Figueiras pendiente de otras guerras, impidió la portería a cero.