El Sevilla ganó con comodidad un partido raro, un partido sin tensión por parte del un rival que entregó muy pronto la cuchara, que esperó a los de Emery en su campo y que nunca presionó a un Kondogbia que condujo a su antojo mientras estuvo en el campo. El sevillismo, además, se reencontró con el fútbol de Perotti, un jugador que levantó el dedo en Valladolid, donde mostró que no se le ha olvidado jugar al fútbol, y que como titular en sustitución de Reyes fue una de las claves para que los blancos sentenciaran en la primera parte en apenas unos minutos. El Sevilla recuperó el juego por las bandas que tanto encandiló en España y en Europa. Los goles llegaron en la asociación de cuatro hombres pegados a los costados: Jesús Navas y Coke en la derecha y Perotti y Rakitic en la izquierda.