André Silva domina el apoyo de espaldas a portería y lo hace además en un amplio espacio de terreno, con un matiz muy importante: sabe moverse tanto si su equipo tiene el bloque junto en campo rival, como si ha de ayudar a hacerlo salir de atrás para contragolpear o salir de una presión agresiva del rival. El punta portugués tiene envergadura para aguantar los choques y lo más importante, una técnica realmente fluida para devolver la pelota. Su abanico de juego ofrece más cosas, pero precisamente esto, cuestión clave para asaltar la titularidad de Portugal tan joven, es uno de los principales motivos de su llegada al Sevilla Fútbol Club.