Aunque tenía visado de oficialidad por aquello de tratarse de un envite clasificatoria para la fase de grupos de la Liga Europa, el bajo nivel mostrado por el Ujpest húngaro en el encuentro del jueves en el Sánchez-Pizjuán no permite sacar certezas con mayúsculas sobre cómo va a respirar el Sevilla de Pablo Machín esta temporada. Además de la debilidad del rival, tampoco hay que olvidar que son varios los futbolistas que aún están por llegar a Nervión para formar parte del proyecto 2018-2019. Pero teniendo en cuenta ambas variables, a lo que habría que añadir que el Ujpest jugó buena parte del partido con un hombre menos por la expulsión de Pauljevic, sí es factible certificar algunas de las señas de identidad que la dirección de fútbol acaudillada por Joaquín Caparrós buscaba con la contratación del extécnico del Gerona.