El frenesí que parece apoderarse de las negociaciones para rematar la nómina de delanteros que tendrá Unai Emery a su disposición da la sensación de que obedece a alguna consigna. Sea así o no, los deberes han empezado por ahí. Ayer aterrizaba en Sevilla el primer refuerzo del equipo nervionense de cara a la próxima temporada, el rumano Raúl Rusescu, que fue recibido por el mismísimo Monchi en el aeropuerto sobre las cinco de la tarde.