Con la nueva representación, tampoco es que se hayan dado grandes avances. Monchi esperaba que no apareciese ese gigante europeo que le arrebatase al madrileño. Tenía claro que, a igualdad de oportunidades deportivas y económicas, Sarabia optaría por quedarse en el Sevilla. Sin embargo, el PSG ha aparecido en escena y esos son palabras mayores. Los parisinos no tienen ningún problema en abonar los 18 millones de euros de su cláusula y pagarle el salario que le ofrecía la entidad de Nervión para enrolarse en sus filas. Aún queda la puerta abierta de que el futbolista valore más aquello de ser «cabeza de ratón» que «cola de león», y apueste por tener una gran subida salarial y sea un titular habitual cada jueves y domingo, a que sea un elemento de rotación de una plantilla llena de estrellas como el equipo parisino.