El Sevilla actual necesita un pequeño análisis. Todo el mundo estará de acuerdo en que cuando faltan tres o cuatro piezas fundamentales el rendimiento no es el mismo. Analizando las plantillas de la temporada pasada y la presente se han ido dos jugadores cuyos sustitutos no han llegado a su mejor cota de competitividad. Uno es Reguilón, con Acuña aún muy lejos de su nivel, y otro es Banega, sin el que los de Lopetegui no tienen ese faro que siempre quiere la pelota. Rakitic, que prácticamente presionaba como un delantero, necesita dar un paso adelante. O un paso atrás para adquirir ese rol que se parezca lo más posible a lo que hacía el argentino. Se pierde, se esconde…