Chelsea: Se ha gastado más de 247 millones en Havertz (Bayer Leverkusen), Werner (RB Leipzig), Chilwell (Leicester), Ziyech (Ajax) y el portero Mendy (Rennes), además de contratar libre a Sarr (Niza) y Thiago Silva (PSG). Nunca ha sido un club acuciado por las apreturas económicas, pero el desembolso pone de relieve sus ambiciones. No le ha servido para empezar con buen pie esta campaña. Eliminado ya de la Copa de la Liga, la derrota contra el Liverpool señaló a Kepa.
Krasnodar: Pisa por primera vez la fase de grupos de la Champions al alzarse en la eliminatoria previa ante el PAOK Salónica. Fundado en 2008, su corta historia remite al nuevo contexto en el que el apoyo financiero de multimillonarios o grandes fondos elevan a clubes de escasa trayectoria. Incluso atendiendo a esta evidencia, el impulso de esta entidad del suroeste de Rusia no le equipara al resto de equipos que había en el tercer bombo. Se trata de un adversario abordable cuyo nivel se acerca más al de Europa League que a la máxima competición continental.
Rennes: Nadie le puede negar la condición de ser uno de los equipos revelación del panorama europeo. El club de la Bretaña francesa lidera la Ligue 1, jugará por primera vez la fase de grupos de la Champions League y colecciona una serie de futbolistas de un presente y un futuro absolutamente prometedor. Con Julien Stephan al mando del volante, un entrenador detallista y efectivo, nada sorprende en un Rennes con mayor pedigrí futbolístico que nombre.