Decir adiós a un futbolista que la pasada campaña marcó nada menos que 31 goles entre Liga y Copa del Rey trae consecuencias. La más importante de todas, lógicamente, es el déficit que a priori deja en lo que a producción goleadora se refiere, y ésta ha sido siempre la gran preocupación del Sevilla tras la marcha de Álvaro Negredo. El internacional español, actualmente en el Manchester City tras ser traspasado este verano por una importante suma de dinero, dejó un vacío enorme que tapar. Por ello, Monchi se movió rápido para reforzar una delantera totalmente nueva, al marcharse Babá y Manu del Moral, éste último también utilizado como punta habida cuenta de la escasez de efectivos.