El argentino, que vive sus últimas horas como jugador del Sevilla, quiere despedirse a lo grande. «Todo el equipo se merece una nueva oportunidad. No todos los años se consigue llegar ahí y a nosotros esta competición nos ha dado mucho. Ese abrazo de sufrimiento al final del último partido fue por conseguirlo una vez más y estar tan cerca, porque nos queda un pasito más. Uno sueña con estos momentos, con jugar cosas importantes y el Sevilla lo es. Me han demostrado siempre que desde que llegué han contado conmigo. Me fui, volví y siempre me tuvieron en sus planes. Uno siempre quiere demostrar lo mejor dentro de la cancha y ayudar al máximo al club. Sabemos que son muy poderosos pero nosotros somos el Sevilla FC y por algo estamos en la final. Sinceramente, con que el Sevilla esté en la final, el rival no me interesaba», afirmó.