Fue él, Benítez, el que desbarató la operación, pero el madrileño se decantó por el rubio Cheryshev, un zurdo de gran recorrido, mucha velocidad y no exento de clase: un futbolista muy aprovechable, llamado a jugar minutos basura en el Real Madrid, pero que a lo largo del ejercicio futbolístico el técnico quiere realizar con él algunos experimentos. Por ejemplo, atrasarlo treinta metros atrás y pulirlo defensivamente. Según cuentan allegados a Rafa, Cheryshev puede ser un relevo ideal de Marcelo, ofrece mejores prestaciones que Coentrao y es jugador de la casa.