“No temo que me despidan. No temo esas cosas, temo otras cosas. Temo no encontrar soluciones a los problemas. Tras el 4-0 todo es pesimismo, pero con el paso del tiempo hay que levantar la cabeza y trabajar”, apuntaba con sinceridad antes de mantener que “soy el máximo responsable y las derrotas siempre son culpa mía».