Y no ya con sus actuaciones, algunas de las cuales han sido meritorias, sino sobre todo por su carácter. Tanto es así, que en el Sánchez Pizjuán incluso ha podido oírse a un sector de la grada corear su nombre por momentos. «La afición me ha recibido bien y me ha dado su cariño desde que llegué», ha declarado en este sentido tras el encuentro con el Rayo.