El Inter marcha por la Europa League a paso de oca desde que cayó desde la Champions: cinco victorias de cinco. Pero enfrente está el equipo que mejor lucha por esta copa. El que más la quiere. Se viene un partidazo. Con sus seis títulos internacionales, con su condición de monarca absoluto del torneo que nos ocupa, acaso sea la entidad que más ha crecido en Europa. Incluso más que el piropeado Leipzig. Es por ello que se haya granjeado un sólido respeto internacional que no disfruta de las fronteras para dentro. Quiere ello decir que el Inter, un estirado aristócrata del balompié continental, va a saltar hoy a la hierba de Colonia mirando con celo cada paso que dé. Porque sabe que al otro lado del verde tapiz aguarda el Paul Newman de El color del dinero. Son demasiadas las bolas seguidas del Sevilla a las troneras. Como el Inter también impone un mayúsculo respeto por su prosapia, su plantilla y su trayectoria reciente, se barrunta una final de cabos bien atados.