– El vestuario del Sevilla ha sido señalado en los últimos años por tener un clima algo viciado. ¿Cuál es su primera impresión desde dentro?
– Yo sólo puedo hablar desde mi llegada y mis impresiones sobre cómo me tratan y cómo se comporta la gente son muy buenas. Me parece que es un vestuario que para nada es conflictivo.