A raíz de la bola que se está formando con la posible llegada de Caparrós (y sobre todo por la información surgida sobre una posible reunión entre Pepe Castro y el entrenador mañana en Utrera) el presidente ha tenido que charlar unos minutos con Emery a la llegada de Eslovenia para tranquilizarlo y hacerle ver que el club no está centrado en estos momentos en la contratación de ningún técnico, y que la confianza en él sigue siendo alta.