La sorprendente llegada del ruso Denis Cheryshev, en una operación relámpago, no sólo ofrece muchas alternativas en ataque a Unai Emery y hace que Rakitic tenga, como quería el técnico guipuzcoano, que asumir su condición de mediocentro esta temporada sino que, además, descarta la posibilidad de que llegue un refuerzo a última hora para la retaguardia.