Diego Carlos se rompió en el partido del Sevilla contra el Dínamo el pasado jueves, o eso parecía. El brasileño cojeaba a su vuelta de tierras croatas y todo hacía presaguiar que no jugaría el derbi.
Sin embargo, sorprendió su alineación en el clásico sevillano. El central jugó al límite con la opción de romperse por completo.
Conoce su cuerpo mejor que nadie y arriesgó a tener una lesión mayor, que por fortuna no se produjo, pudiendo salir en el descanso. Luego lo celebró como uno más sobre el césped junto al resto de sus compañeros.
Ayer no saltó a entrenar en la Ciudad Deportiva, y todo hace presaguiar que descansará esta jornada, ya que la vuelta de Koundé supondrá un respiro para la zaga de Lopetegui y permitirá afrontar con mayor garantía el resto de temporada que le queda al Sevilla.