Nuevo examen de los exigentes para un Sevilla ya acostumbrado a ellos, e incluso a sacarlos adelante con nota. El cuadro de Unai Emery se plantó el lunes en Tiflis, la capital georgiana, con la intención de pelear de tú a tú con esa constelación de estrellas que militan en el Barcelona con Lionel Messi a la cabeza. Está claro que es algo así como el más difícil todavía, uno más, pero los sevillistas están dispuestos a competir a pesar de los problemas tanto exógenos como endógenos.