Bajo una tremenda ovación de más de 15.000 aficionados saltó Jesús Navas de nuevo al Sánchez-Pizjuán como jugador sevillista. Con el 16 a la espalda, un dorsal emblemático para la entidad por el inmortal recuerdo de Antonio Puerta, el palaciego quiso agradecer sobre el césped durante muchos minutos a los miles de aficionados que, durante horas, habían aguardado a las afueras del estadio para la presentación de una estrella que regresa a su casa.
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