La confianza puede ser un elemento positivo o negativo, según cómo se use esa arma anímica. Estar respaldado por ella impulsa la entereza y determinación de cualquier grupo humano, pero dejarse caer sobre ella puede desmoronar al colectivo más rocoso. Unai Emery lleva varios días trabajando con su equipo sobre el aspecto mental, clave en una eliminatoria supuestamente casi decidida por el holgado resultado de la ida. Pero para que conste en el entorno lo recordó ayer, reforzando su idea con dos ejemplos, el de una eliminatoria copera del Sevilla de Caparrós en 2004 ante el Villarreal (1-3 y 0-2) y el recientísimo caso del Arsenal en Montecarlo, donde a punto estuvo de pasar al ganar 0-2 después de caer 1-3.