La sinfonía de las estrellas vuelve esta noche al Sánchez-Pizjuán. Motivo más que estimulante para levantar la cabeza y retomar la senda de los triunfos después del agrio tropiezo de los sevillistas en el Wanda Metropolitano frente al rocoso Atlético (2-0). Pese al cierto halo de decepción que dejó esa última derrota, labrada por el adversario en un error propio de los nervionenses que decantó la balanza, el Sevilla no debe alterar sus convicciones y ha de seguir creciendo con buenos resultados en la idea de su entrenador.
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