Ayer, Antonio Cordón descartó definitivamente la oferta del Sevilla. Y en el seno de la entidad se van convenciendo de la conveniencia de un giro a lo autóctono. A la recuperación de las esencias. Al protagonismo de la gente de la casa y de la cantera. Las miradas convergen en Caparrós y su infantería sevillista. Con Caparrós, también con Antonio Álvarez, Carlos Marchena, Paco Gallardo o Enzo Maresca, el club ganaría tiempo para ese segundo asunto capital, la contratación del entrenador y la configuración de la plantilla de la próxima temporada. Un área deportiva de marcado perfil local agilizaría, a su vez, las gestiones para cumplir ese propósito de españolizar la plantilla, por una parte, y devolverle el protagonismo a la cantera.