El Sevilla no perdía desde inicios de octubre en el Camp Nou. Venía de vencer a la Real en casa tras la primera titularidad del joven Jules Koundé junto a Diego Carlos, pero el técnico vasco volvió a recurrir a la experiencia de Carriço frente al Barcelona. Agua. Después llegaría la lesión del portugués y el turno para asentar a esa dupla firmada de la Ligue 1. Ocho partidos invicto (cinco victorias y tres empates) hasta que un rápido bote en Pamplona que se tragó el galo hizo que Lopetegui se replantease si el verde Koundé no debería seguir aprendiendo sentado también en el banquillo.