El Sevilla no pudo. No supo, y salió de vació (en el más estricto sentido de la palabra) del Sánchez-Pizjuán ante un Madrid que poco hizo para llevarse la victoria. El equipo de Lopetegui no fue lo que quiso ser, y eso, normalmente, suele terminar en decepción. El meta del Madrid, Courtouis, llegó a la ciudad hispalense de vacaciones, imagen que sirve para entender lo que pasó en Nervión. Apenas tocó el balón tres veces y se convirtió en un espectador más en un partido que se resolvió en una jugada extraña entre Vinicius y Bono. En una acción que aparentaba poco peligro, el brasileño tocó el balón y el meta marroquí terminó viendo como se metía dentro tras tocarlo sin eficacia.