Es lo que tiene. Y, seguramente, puede ser humano, sobre todo, cuando te crees (lo eres) superior al rival y los deberes los tienes hechos con tanto tiempo de antelación. El Sevilla renunció hoy a ser su todo: no hubo la presión que acostumbra, y los errores, constantes, terminaron por darle el encuentro al cuadro local con el tanto de Savic en el minuto 60. El Sevilla lo intentó hasta el final. De hecho, fue de muchísimo menos a más en un encuentro con pocos argumentos para los de Lopetegui. Así, cuando no vas con todo, pasa lo que pasa…