Crónica de un derbi

El derbi es un juego de niños. Los pequeños lo viven como tal y los mayores se disfrazan para disfrutar el doble. Media hora después de que se concretara la victoria sevillista, cinco niños con camisetas del Betis de diferentes épocas movían un balón en un patio en la calle Villegas Marmolejo, bajo un cartel en el que ponía «Prohibido jugar a la pelota». Detrás de la valla pasaban decenas de sevillistas sonrientes con sus camisetas, quizás entre ellos aparecerían posteriormente los pequeños que estuvieron en el estadio y que tenían que volver para jugar el derbi particular tratando, en su caso, de emular a Gameiro y Coke. 
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