Ya avisó Lopetegui en la previa de que su equipo tendría que exprimirse al máximo para sacar adelante el envite ante el Eibar. Es más, aseguró que la «exigencia» del choque sería incluso mayor que la del día del Chelsea. No se equivocó. Lo que casi nadie esperaba es que el Sevilla FC no rascara hoy absolutamente nada del botín en juego ante el cuadro armero. El esfuerzo de la Champions, las rotaciones, los tocados y la solidez del rival, con las ideas muy claras, terminaron por ser una factura inabordable para este Sevilla que encaja su segunda derrota de la temporada en LaLiga (de forma consecutiva) en cinco partidos. El conjunto de Mendilibar se llevó el gato al agua exprimiendo sus virtudes y gracias a un solitario gol de Kike García en la primera mitad. Los sevillistas disfrutaron de varias ocasiones claras, sobre todo tras el descanso, pero por enésima vez pecaron de una alarmante falta de puntería arriba.