La visita del Real Madrid hace volar la mente casi 15 años atrás en el tiempo, en una noche lluviosa en la que Reyes realizó su último gran partido con la camiseta del Sevilla antes de ayudar a sanear las cuentas de la entidad marchándose al Arsenal. Y la víctima que tuvo que hincar la rodilla humillada (4-1) fue nada más y nada menos que el Real Madrid de los Galácticos que entrenaba Queiroz. El utrerano tuvo una de esas noches mágicas, escoltado por un excelso Daniel Alves, y por su pies pasaron todas las jugadas de los cuatro goles de ventaja con los que el Sevilla se marchó al vestuario.