Así lo revela el propio chileno en el aeropuerto de Düsseldorf: “El partido estuvo bien, había buen ambiente, estábamos todos hablando en el vestuario y el míster me prestó su chaqueta para que hablara a los demás. Me subí a un baúl y les dije lo contento que estábamos. Les felicité por haber demostrado que podemos hacer las cosas bien. Estaban todos muertos de la risa”. Por último, Medel apostilló: “Me quedaba la chaqueta perfectamente, mejor que a él”.