El triunfo ante el Éibar permitió al Sevilla FC dar un golpe en la mesa, que puede ser casi definitivo, y afianzarse en los puestos de Champions League, cuando más se necesitaba. Un triunfo con valor doble, tras los pinchazos de Villarreal y Getafe. Por delante queda un calendario exigente, con cuatro citas ante Athletic, Mallorca, Real Sociedad y Valencia, en las que se decidirá el futuro del cuadro de Julen Lopetegui.