Dentro de la afición sevillista, con más o menos cercanía a la moda tuitera, hay defensores a mansalva del delantero israelí. Apenas ha jugado. El entrenador lo tenía el último en su lista, pero su currículum decía que debía de jugar sí o sí, no como De Jong, quien el pasado año pasó desapercibido en la Liga holandesa (con más nivel que la austriaca) y sólo hizo cuatro golitos insignificantes en la Champions… Se avecina drama con cada gol de Dabbur. Calificar la venta de Dabbur de tiro en el pie hay que tomarlo como un enfado por el clásico «yo ya lo dije», con el habitual 100% de acierto en las predicciones de todo opinador en la materia futbolística (sevillista). Que la sapiencia tuitera no nos amargue el primer drama de 2020, caballeros.
