Está el Sevilla codeándose con rivales tan potentes, luchando por objetivos tan ambiciosos, que un empate ante el quinto clasificado de LaLiga deja un sabor amargo y casi con regusto a derrota. Muy lógico también visto lo visto sobre el terreno de juego, donde el Sevilla se ha merecido de calle el triunfo, por fútbol y por ocasiones. Pero en el equipo rival estaba un tal Asenjo, un porterazo.