Patrik 0’Connell, en el castellano churrigueresco que podía tener un irlandés en España en los años 40, hizo célebre una frase: “Orujo no bueno”. Con ella desprestigiaba a un delantero que escribió páginas con letras de oro en la historia del Sevilla, el Pato Araújo, quien, entre otras cosas, marcó un gol en Las Corts ante el Barcelona que valió un título de Liga. Míchel, 70 años después, pone su nombre al lado del británico al ser el segundo entrenador del Sevilla que logra que su equipo le marque cinco goles al eterno rival en un derbi.