El trabajo de confección de la plantilla del primer equipo parecía prácticamente hecho, al menos en el apartado de llegadas, hace tan sólo unos días. El propio presidente de la entidad, en la presentación de las camisetas que se celebró en Rota, reconoció que la plantilla, con la «llegada de Piris» estaba cerrada si no se producía ninguna salida. No contaba entonces el máximo dirigente sevillista con la jugarreta que el famoso fondo de inversión dueño de los derechos del jugador paraguayo iba a proponer subastando al lateral y la más que posible marcha de Escudé.