Así es el fútbol de caprichoso. Allá por 2001, en la segunda jornada de aquella temporada en la que el Sevilla FC volvía a Primera División, Antonio Notario era protagonista de una acción difícil de ver. El cancerbero sufría la penalización de un libre indirecto dentro del área por retener, tal y como dice la norma, el balón durante seis segundos antes de realizar el saque. Han pasado 16 años y quizás se puedan contar con los dedos de una mano las veces que se ha vuelto a dar una acción así. Sin embargo, le ha tocado a Fabrice Ondoa, en el día de su debut con el Sevilla Atlético, y curiosamente también en La Romareda.
Ver Noticia[ad id=»88331″]