La grada de Nervión se acostumbró a las gestas que durante más de un lustro protagonizó Palop. Por eso quizá ha sospechado de todos los porteros que le sucedieron, incluido Sergio Rico, que ha mamado el Sevilla desde que llegara al club con siete años y fuese titular en todos sus escalafones inferiores. La grada murmura si recibe un gol y eso que, sin haber debutado aún en La Roja, Del Bosque ya lo ha acostumbrado a la lista desde que en mayo le llamara por primera vez.