El abogado fue más allá en su rabia. «¡Qué hijos de putas son los Biris estos! Donde van forman el lío. ¡Qué vergüenza! La Policía podría haberlos cogidos…», se lamentaba el presidente mientras un ciudadano le explicaba que había un concierto en la localidad y de ahí la escasa presencia policial.