Además de los asuntos propios de la Junta de Accionistas, José María del Nido Benavente atendió este viernes a los medios de comunicación, para responder a otras cuestiones relativas al Sevilla FC.
– El descenso y los fichajes: «Lo primero que diría es que todos los sevillistas tenemos la obligación de apoyar a la plantilla y a los jugadores. Y azuzar al director deportivo para que todo sean aciertos en las incorporaciones que se produzcan. Si cojo el 29 las riendas, el 30 viene el primer fichaje. No temo por un descenso. No».
– Una revolución en la entidad: «Entendemos que la entidad no solo se encuentra en ninguna crisis institucional, sino que es un barco a la deriva. No tiene capitán ni timonel. Cuando llegué a la presidencia la situación era igual y le di la vuelta. Ya no hace falta darle una vuelta. Conociendo las cuentas y lo venideros hay que hacer una revolución. Y al igual que fui capaz de hacerla y romper medio siglo de sequía de títulos, esta vez le voy a dar también la vuelta. Voy a provocar una revolución en todos los niveles para colocar al Sevilla donde es el lugar que le corresponde».
– Con fuerzas para ser Presidente: «Estoy hecho un bicho, deseando comerme a alguien y con fuerza. Si es de cuatro en cuatro, mejor. Ese mediocentro que le hace falta al Sevilla soy yo, me los comía vivos. No tengo rémora ninguna con la sociedad, he cumplido con creces. Lo que le diría al sevillista es que voy a estar desde el primer día sin dormir. Aquí se acabó la pasividad, aquí vamos a empezar a trabajar. El que trabaje 24 horas, que trabaje 28. Y el que no, camino y puerta. Al menos el 90% de los sevillistas firmarían lo que estoy diciendo».
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– Monchi: «Contaré en mi proyecto con todo aquel que valga y sirva para el que yo voy a encabezar. No hago justicia diciendo que voy a prescindir de este y voy a contar con el otro. Tienes el ejemplo de quién ha sabido crecer al lado mía y quién no ha aprendido nada. El Monchi que me encontré en 2022 no es en absoluto el que dejé en 2014. Igual que Vizcaíno. No me caso con nadie. El que vale bien y el que no, para coger el finiquito».
