Lo que no desea Del Nido de ninguna manera es tener que despedirse, aunque sea temporalmente, del cargo con la certeza de tener que ingresar en prisión. Por eso, y si las noticias que llegan desde el Tribunal Supremo no son del todo halagüeñas, el presidente planea escenificar su salida antes de que la sala que ve su recurso evacúe su sentencia. Para lo que, según fuentes de toda solvencia, no queda demasiado.