Después de cinco temporadas sin derbi entre primeros filiales, el Betis Deportivo se llevó la alegría de celebrar el triunfo sobre su eterno rival en una mañana pletórica que culminó con una goleada (3-0) que deja muy tocado al Sevilla Atlético, que compareció en la inmensidad sin público de Benito Villamarín con unas sensaciones muy negativas, pareciendo claramente que el recién ascendido era el equipo nervionense y no el filial heliopolitano, que se asienta en la mitad de la tabla y respira con el respaldo de una victoria con una potente carga en lo anímico.