Muchas veces digo eso de que los aficionados podemos ser ventajistas. Es lo que tiene no vivir de esto, que tenemos la posibilidad de opinar a toro pasado. Los que viven de esto se supone que deben ser más listos o estar más preparados y ver antes lo que los aficionados vemos a posteriori.
Pero en este caso el ventajismo, mi ventajismo, no es tal, como puedes observar en el post que escribí justo el día después de la llegada de Émery.