Imagina que un imitador de Manuel Ruiz de Lopera (inciso de autor: honor a Fran Ronquillo, que no se puede tener más gracia) llama a un futbolista canterano del Sevilla en directo en la Radio y le dice que va a volver al Betis y que quiere contar con gente sevillana para su proyecto. Que le consta que toda su familia es bética y que quiero hacer de él un estandarte de su resurrección.
Al futbolista se la meten hasta donde pone Toledo y pica en la broma de lleno. Y no sólo eso sino que dice que es bético desde chiquitito, que está sólo en el Sevilla por el dinero, pero que el jugaría encantado en el Betis.