Mientras espero qué Sevilla me va a presentar Monchi, me ha llamado la atención una cuestión que no me ha gustado nada.
Es sabido el error que cometió el club por traerse un jugador que a pesar de tener una calidad incuestionable supuso un gran fracaso deportivo y económico porque el jugador tenía sobrepeso. Algo inadmisible en la elite del futbol profesional. Me refiero a Romaric.
Pues llega a mis oídos de gente que lo ha visto que el rumano Rusescu parece que se ha comido un caballo.
De hecho en el tiempo transcurrido desde su llegada a Sevilla hasta los entrenamientos ya aparecía un cambio sustancial en su cara y abdomen.