El director deportivo de la Roma ya pretendió su fichaje por el Sevilla cuando el jugador pertenecía al Basilea. Salah había dejado algunas pinceladas de su calidad y Monchi inició negociaciones con el club suizo para tratar de hacerse con su fichaje. Corría el verano de 2013, el Basilea había ganado la liga y el egipcio era uno de sus jugadores destacados. El Basilea pidió al Sevilla una cifra que rondaba los 7 millones, cantidad que a los hispalenses les pareció excesiva.